
Amo las mentiras que dices para mí, como que todo lo que escribía, era perfección para ti.
Solo déjame salir. Pues hoy y aquí , acabo mi sueño, déjame decirte que ya no seras mi dueño.
Esclava de las palabras, presa de los sentimientos.
Sabes que siempre estuviste en mi mente, sabes perfectamente que seras una cicatriz permanente.
Ya no me harás decir en un papel, todo porque en las noches llore. Quemo escritos, rompo folios,suelto gemidos, te digo ADIÓS. Suelto frases, derramo lagrimas.
Aquello por lo que siempre lloraba, todo con lo que me desahogaba. Hoy dejo en este escrito, mi carta de renuncia, dejando estable mi cuerpo en un estado de ausente presencia.
Que dejaré la escritura, aunque me duela hacerlo. Desde este instante, en este mismo momento. Romperé mis palabras, me coseré la boca, me amputaré los dedos, si con eso termino todo esto.
Y si hace falta, dejare todo, y así el silencio me hará volver loca, y dejaré de pensar, de ver esas sombras, cerrare los ojos, me quedare a solas. No volveré a rimar, dejare de suplicar, no lloraré mas, así no me necesitaras. Borrare todo. ELIMINAR.
Acabo de ver mi rostro, dibujado de fondo. Ese monstruo que escondo. La rabia de una sonrisa que esbozo.
Por que estoy en frente de un espejo, un espejo roto. Y lloro...