El se olvido de ella,tan solo le hizo falta su botella rellena del elixir maldito, ese elixir que hace arder su garganta como si de fuego se tratase, le atraviesa como filo de espada, pero ese ardor es un ardor reconfortante que le hace olvidar, ebrio de sus palabras, esas palabras que le dijo sin pensar.
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